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¿Auto propio? El gran reto financiero que enfrenta la Generación Z

La Generación Z, conocida como centennials, tiene el deseo de adquirir un vehículo propio, pero se enfrenta a una brecha entre su aspiración y la realidad financiera.

Un estudio reciente de De la Riva Group y Nissan revela que nueve de cada 10 jóvenes de esta generación aspiran a comprar un automóvil en los próximos cinco años debido a que constituye una herramienta para su movilidad.

Sin embargo, este anhelo choca con la falta de conocimientos sobre financiamiento y la preferencia por el pago en efectivo, lo que limita su acceso al mercado automotriz.

El principal obstáculo, según el informe, no es la falta de interés, sino las barreras económicas.

“El 58% pagaría en efectivo para evitar endeudarse, aunque a veces los sistemas de financiamiento puedan presentar oportunidades para ellos”, lo que ilustra una percepción de riesgo sobre el crédito que predomina en este grupo demográfico.

Imagen intermedia

A pesar de esto, demuestran un interés incipiente en la educación financiera, pues siete de cada 10 indicaron estar ahorrando y seis de cada 10 ya tienen un producto bancario.

Este comportamiento contrasta con la creencia de que se trata de una generación ajena a la planeación económica.

Un cambio significativo en las preferencias de esta generación es su predilección por los autos nuevos.

“De hecho, siete de cada 10 jóvenes prefieren comprar un auto nuevo, lo que marca un cambio respecto a generaciones anteriores que veían al mercado de usados como la puerta de entrada a la movilidad”, destaca el estudio.

Esta decisión se basa en la prioridad que le dan a la seguridad, durabilidad y confiabilidad, atributos que asocian con vehículos recién salidos de agencia, y que se convierten en factores de decisión por encima del costo.

La investigación concluye que, si bien el deseo de poseer un vehículo es fuerte en los centennials, su acceso al mercado está condicionado por una combinación de factores, entre los que destacan sus percepciones sobre la deuda y su falta de familiaridad con opciones de financiamiento.

Este escenario presenta un desafío para la industria automotriz y las instituciones financieras, que deberán ajustar sus estrategias para conectar con una generación que valora la propiedad de un auto, pero que necesita soluciones que se adapten a su mentalidad y condiciones económicas.

Un buen historial crediticio, incluso sin experiencia previa, es fundamental para conseguir un primer crédito automotriz y se puede mejorar con un mayor enganche y un empleo estable.

Los bancos y agencias ofrecen programas para jóvenes y estudiantes que facilitan la creación de un historial crediticio.