Vienen tasas de interés más flexibles para el país

Aunque República Dominicana no trace una estrategia propia para guiar los movimientos de su política monetaria, el hecho de que la Reserva Federal de los Estados Unidos ya lo haya hecho y anunciado garantiza que, en los próximos años, las tasas de interés domésticas seguirán la misma senda: dejarán atrás su extrema rigidez y ganarán en flexibilidad.
En esencia, la nueva estrategia de la Fed –anunciada por su presidente, Jerome Powell en el simposio Jackson Hole el viernes 22 de agosto- parte de la constatación de que el marco aprobado en 2020 volvió excesivamente rígida la política monetaria, y que la realidad cambiante exige un viraje. Se reconoce, en particular, que la dinámica de la inflación puede alterarse con rapidez frente a grandes choques, por lo que resulta necesario flexibilizar la meta de inflación del 2% y admitir que la tasa de interés neutral es hoy más elevada que en la década de 2010. Dicho de otro modo, la Fed percibe que la economía puede tolerar niveles de interés más bajos sin desencadenar una inflación desbordada, lo que le permite reconsiderar a la baja la “tasa neutral” efectiva.
Con este giro, el organismo retoma el discurso que mantenía antes de 2020 y lo amplía al reconocer, incluso, que el empleo puede situarse por encima del pleno empleo sin que ello necesariamente implique riesgos para la estabilidad de precios.
Y, como ya se ha expresado, la implementación de esta estrategia repercutirá en las tasas de interés dominicanas, aun cuando nuestro banco central no formule un marco propio. Bastará con que, al fijar su tasa, la autoridad monetaria local añada al referente de la Fed el llamado ‘spread de seguridad’: una prima por riesgo soberano y financiero destinada a contener la volatilidad cambiaria. En el caso dominicano, ese margen suele oscilar entre 300 y 600 puntos básicos —es decir, entre tres y seis puntos porcentuales— por encima de la tasa del banco central estadounidense. Durante este año, la Reserva Federal ha mantenido la tasa de fondos federales en el rango objetivo de 4.25% a 4.50%, mientras que la tasa de política monetaria de nuestro Banco Central ha sido de 5.75%.
El cambio de la Fed responde a la convicción de que las reducciones de interés entrañan ahora menos riesgos, y que la política monetaria tenderá, de manera estructural, a ser más expansiva.
Para República Dominicana, esto puede abrir un horizonte favorable: cuando la tasa de interés se hunde en lo profundo, la economía halla alas para remontar el vuelo. Pero también conlleva peligros, pues en las aguas serenas de los bajos intereses pueden crecer, silenciosos, los frágiles corales de la burbuja.