Préstamos informales: ¿Cómo salir de ese ciclo y “blindar” su historial crediticio?

La búsqueda de financiamiento rápido y accesible lleva a muchos dominicanos y pequeñas empresas a caer en las redes de los préstamos informales, una práctica que, si bien ofrece soluciones inmediatas, oculta un laberinto de riesgos financieros y legales.
La falta de historial crediticio, el historial negativo en el buró de crédito, o la simple ausencia de garantías, fiadores y avales, empujan a una porción significativa de la población hacia prestamistas no regulados.
La agilidad en la obtención del dinero y la flexibilidad en los requisitos se presentan como señuelos irresistibles, a menudo con tasas de interés que superan con creces las de la banca formal.
Un estudio reciente de la empresa global de información TransUnion revela que el 55% de los consumidores con poca actividad crediticia en el sector financiero dominicano ha recurrido alguna vez a préstamos de amigos, familiares o prestamistas informales. Si bien estas opciones pueden parecer una “tabla de salvación” en momentos de apuro, la falta de regulación y las elevadas tasas de interés pueden desencadenar un desequilibrio financiero difícil de revertir.
Los prestamistas informales abarcan un espectro que va desde créditos familiares y casas de empeño hasta el temido “fiado” y los usureros. Su atractivo radica en la inmediatez y la aparente sencillez, pero a menudo son el reflejo de una escasa educación financiera o de una necesidad apremiante.
Las tasas de interés pueden ascender hasta un 20% mensual, duplicando el monto original adeudado. Lo más preocupante es la ausencia total de la protección legal que sí ofrecen las entidades financieras reguladas.
Riesgos detrás de la facilidad
Uno de los mayores perjuicios de recurrir al crédito informal es su nula contribución a la construcción de un historial crediticio. Esto se traduce en un obstáculo para quienes aspiran a acceder a créditos formales con condiciones más favorables en el futuro.
Además, el panorama se complica aún más cuando se consideran las prácticas de algunos prestamistas informales, quienes pueden emplear métodos coercitivos y violentos para el cobro de las deudas, poniendo en riesgo la seguridad personal del deudor.
De ahí que antes de dar el paso hacia un préstamo informal, es fundamental realizar un análisis exhaustivo de los costos y riesgos inherentes. Preguntas clave como: ¿Qué porcentaje de mi presupuesto puedo destinar al pago de la deuda? ¿Me quedará suficiente para cubrir otros gastos esenciales? ¿Mis garantes están en condiciones de asumir esta responsabilidad si yo no puedo? ¿Cuáles son las consecuencias de un impago? ¿Cuál es el valor real de la garantía que estoy comprometiendo? ¿Es esta opción realmente más económica y menos riesgosa que una alternativa formal?
Parar romper el ciclo
Si ya se encuentra atrapado en este ciclo y siente que la deuda no disminuye a pesar de sus esfuerzos, existen pasos concretos para salir adelante como la negociación directa, intente renegociar los términos con su prestamista informal. Es fundamental que cualquier acuerdo alcanzado quede debidamente documentado por escrito.
También puede buscar una entidad financiera regulada. Aunque el proceso pueda requerir más documentación y quizás un garante, las condiciones serán claras y legales desde el principio. Es vital informarse sobre los riesgos y beneficios de cada opción. Mientras estés saldando su deuda actual, absténgase de contraer nuevos compromisos crediticios.
Antes de considerar cualquier nuevo préstamo, analice rigurosamente cuánto puede pagar sin poner en peligro sus finanzas y una vez liberado de deudas, destine al menos el 10% de sus ingresos mensuales a un fondo de emergencia. Esto le brindará seguridad ante imprevistos económicos.
Método “Bola de nieve”
Una estrategia efectiva para liquidar deudas es el método del “efecto bola de nieve”, que consiste en priorizar el pago de las deudas de menor monto para saludarlas rápidamente, y luego redirigir esos pagos a la siguiente deuda más pequeña, y así sucesivamente.
Para implementar esta técnica, diversificar sus fuentes de ingreso es clave. En tanto, el método avalancha trata de eliminar sus deudas según la tasa de interés.
En esta técnica usted debe ordenar las deudas por la tasa de interés más alta hasta la más bajita y atacar primero la deuda con la tasa de interés más elevada. Ante ese escenario, generar ingresos adicionales es ideal, debido a que le permitirá destinar más capital al pago de sus deudas sin descuidar sus gastos básicos. También considere monetizar sus activos.
A tomar en cuenta
- Capacidad de pago. Procure que la suma de sus gastos, incluyendo los créditos, no exceda el 40 de sus ingresos mensuales. Detalle cada gasto, desde el alquiler y servicios hasta la comida.
- Presupuesto realista. Diseñe un presupuesto mensual que le permita cubrir sus gastos esenciales y destinar una cantidad fija al pago de deudas. Elabore un plan para organizarse.
- Identificar fugas. Si sus gastos superan su capacidad, busque áreas donde pueda eliminar o reducir, aunque sea temporalmente, para liberar flujo de efectivo y disminuir la deuda.
- Tarjetas de crédito. Use la tarjeta de crédito para gastos que sabe que puede cubrir al final del mes, como compras grandes o emergencias, en lugar de gastos cotidianos impulsivos.
- Ingresos extra. Si recibe un ingreso considerable fuera de presupuesto, como un premio, evite malgastarlo. Establezca un presupuesto claro y planifique cómo usar ese dinero.
- Asesórese. Antes de tomar decisiones, es importante analizar la situación financiera y buscar asesoría profesional, de forma que no incurra en errores que le generen pérdidas.