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¿El dolor lumbar te afecta de pronto? Estos son los movimientos cotidianos que suelen causarlo

El dolor lumbar o de espalda baja es esa molestia que frena tu vida, afectando desde cómo duermes hasta el rendimiento laboral. Entender qué movimientos cotidianos lo detonan y cuáles lo alivian es necesario para recuperar el bienestar sin miedo.

Lejos de ser un castigo misterioso, este malestar suele esconderse en rutinas diarias que pasas por alto. La ciencia ha identificado patrones específicos que debes vigilar para proteger tu columna, demostrando que pequeños cambios generan grandes alivios.

Si tienes dolor lumbar de la nada, es momento de prestar atención a tus movimientos cotidianos. Canva.

¿Qué movimientos cotidianos que empeoran el dolor lumbar?
Un estudio publicado en JAMA Network reveló que ciertas acciones inofensivas aumentan el riesgo de un episodio doloroso en las siguientes 24 horas. No es necesario ser atleta para sufrir una crisis; basta con un mal movimiento en casa para encender la alarma del cuerpo.

La investigación señala que cargar objetos, aunque no sean muy pesados, o realizar movimientos bruscos, son detonantes inmediatos. Aquí te dejamos la lista de los culpables más frecuentes que irritan las estructuras lumbares según los datos:

  • Levantar objetos: Cargar más de 4.5 kg o alejar el objeto del cuerpo dispara el riesgo.
  • Agacharse: Inclinar el tronco hacia adelante con las piernas estiradas, tensa la zona lumbar.
  • Empujar o jalar: La tracción fuerte al mover muebles u objetos pesados es un disparador de dolor.
  • Girar el tronco: Las torsiones de cintura al barrer o cargar son enemigos silenciosos de tu columna.
  • Ponerse en cuclillas: Bajar el cuerpo flexionando las rodillas puede irritar si no hay costumbre o si la técnica es incorrecta.

Curiosamente, aunque estos movimientos duelen al instante, los expertos aclaran que realizarlos no genera discapacidad a largo plazo. Es decir, duele hoy, pero no necesariamente te rompe para siempre.

El miedo al movimiento (kinesiofobia) puede ser peor que la acción misma. La clave está en no paralizarse por temor, sino en modificar la técnica: doblar las rodillas, mantener la espalda recta y evitar giros bruscos.

Cargar solo 4 kilos podría ser mortal para tus lumbares. Canva.

¿Cuáles son las causas cotidianas más comunes del dolor lumbar?
No todo es cargar cajas; el enemigo muchas veces es el sedentarismo y las malas posturas. Permanecer estático frente al monitor o hundido en el sofá debilita los músculos que sostienen tu esqueleto, volviéndolos vulnerables.

El sobrepeso y la obesidad son factores de carga mecánica constante que presionan los discos intervertebrales sin descanso. A esto se suma el estrés laboral, que tensa la musculatura de la espalda casi sin darnos cuenta, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Actividades domésticas simples esconden peligros. Barrer girando solo la cintura en lugar de mover los pies en bloque, o lavarse los dientes inclinándose sobre el lavabo sin apoyar una mano, son micro-traumas que se acumulan a diario.

Planchar ropa o lavar trastes por periodos largos sin alternar el peso de un pie a otro genera fatiga muscular. Las buenas posturas no son solo para la oficina, sino para saber cómo estar parados en la cocina usando un banco pequeño de apoyo.

Incluso dormir con una mala postura cuenta. Hacerlo boca abajo o en colchones vencidos impide que la columna descanse. Lo ideal es dormir de lado con una almohada entre las piernas para alinear la cadera y evitar la inflamación matutina.

Dormir con una mala postura y no hacer ejercicio es fatal para tus lumbares. Canva.

¿Qué movimientos cotidianos mejoran el dolor lumbar?
Contrario a la antigua creencia de que el reposo absoluto en cama es la solución, la evidencia actual indica que quedarse inmóvil puede causar mayor discapacidad. Mantenerse activo con movimientos suaves y controlados es una estrategia mucho más efectiva para aliviar el dolor y recuperar la función de la espalda.

Se deja una lista de movimientos y acciones cotidianas que mejoran el dolor:

  • Caminar diariamente: Es una actividad de bajo impacto que evita la rigidez y favorece la circulación sin someter a la espalda a un estrés excesivo, ofreciendo alivio y comodidad.
  • Sentarse para descansar (con precaución): Sentarse puede reducir el riesgo inmediato de sufrir un momento agudo de dolor. Sin embargo, usa sillas cómodas y levántate a menudo para estirarte.
  • Uso de un banco al estar de pie: Si debes permanecer parado por mucho tiempo (como al planchar), coloca un pie sobre un pequeño banco y altérnalo con el otro para disminuir la tensión en la espalda baja.
  • Girar con los pies, no con la cintura: Al realizar tareas domésticas como barrer o trapear, en lugar de torcer la columna, debes mover los pies para girar todo el cuerpo en bloque. Esto protege las estructuras lumbares.

Practicar Yoga puede ser una solución para el dolor lumbar. Canva.

¿Cómo controlar el dolor lumbar?
Existen algunas formas de controlar el dolor lumbar que involucran actividad física, pero de bajo rendimiento. Lo anterior ayuda a que el cuerpo tenga una mejor estabilidad y resistencia en la rutina diaria.

Estas son dos recomendaciones clave de los Institutos Nacionales de Salud en EU (NIH):

  • Yoga y Tai Chi: Disciplinas que ofrecen alivio, flexibilidad y comodidad mental.
  • Higiene de columna: Doblar rodillas al cargar y mantener la carga pegada al cuerpo.
  • Para controlar el dolor, alternar frío y calor ayuda en las crisis.
  • Mantener un peso saludable y gestionar el estrés son estrategias importantes que atacan la raíz del problema, complementando el uso de analgésicos básicos si es necesario.
  • Si trabajas sentado, usa sillas amables con tus lumbares y levántate cada hora para estirarte. Ajustar tu entorno, como la altura de la mesa o el monitor, es una inversión en salud preventiva que tu espalda agradecerá.

Vivir sin dolor lumbar es posible si cambiamos el miedo por la acción inteligente. Conocer nuestros límites, mantenernos activos y cuidar las posturas diarias es el camino probado hacia una espalda fuerte y funcional.