Riesgo de accidente cerebrovascular en adultos jóvenes: uno de cada cuatro podría verse afectado
El accidente cerebrovascular puede aparecer de manera inesperada y cambiar la vida de cualquier persona.
Aunque muchas veces se asocia con la edad avanzada, cada vez son más los adultos jóvenes que enfrentan este riesgo.
Comprender cómo proteger el cerebro y reconocer los factores que pueden desencadenar un ACV es clave para mantener la salud y prevenir consecuencias graves.

¿Qué es un accidente cerebrovascular?
Un accidente cerebrovascular ocurre cuando la circulación de sangre hacia una zona del cerebro se interrumpe, expone el sitio web MedLinePLus. Esto puede suceder de dos maneras:
- Isquémico: Cuando un vaso sanguíneo se bloquea, impidiendo el flujo de sangre al cerebro.
- Hemorrágico: Cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, provocando sangrado dentro del cráneo.
En ambos casos, la falta de oxígeno y nutrientes en el cerebro puede causar la muerte de células cerebrales y daños permanentes.
El aumento del riesgo de accidente cerebrovascular en adultos jóvenes
El riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) en adultos mayores de 25 años ha aumentado a "uno de cada cuatro", según la organización Recavar.
Este incremento es preocupante, ya que tradicionalmente se asociaba a personas mayores de 55 años.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la prevalencia de ACV en adultos jóvenes ha aumentado en un 14.6% entre los años 2011-2013 y 2020-2022.
Este aumento no se distribuye de manera uniforme entre todos los grupos de edad, sexo y nivel socioeconómico, siendo los adultos jóvenes los más afectados.

Factores de riesgo en adultos jóvenes
Aunque los factores de riesgo tradicionales, como la hipertensión, el colesterol alto, la diabetes y el tabaquismo, siguen siendo relevantes, un estudio publicado por la Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes ha identificado otros factores que aumentan el riesgo de ACV en adultos jóvenes:
- Migrañas con aura: Un estudio encontró que las migrañas con aura aumentan significativamente el riesgo de ACV en adultos menores de 45 años.
- Estrés crónico: Investigaciones han mostrado que el estrés crónico puede aumentar el riesgo de ACV en mujeres jóvenes.
- Obesidad y sedentarismo: La falta de actividad física y la obesidad son factores de riesgo conocidos para el ACV.

Prevención y recomendaciones
La buena noticia es que muchos factores de riesgo son modificables. Adoptar un estilo de vida saludable puede reducir significativamente el riesgo de ACV:
- No fumar: El tabaquismo aumenta el riesgo de ACV. Dejar de fumar reduce este riesgo.
- Controlar la presión arterial y el colesterol: Mantener estos niveles dentro de los rangos recomendados ayuda a prevenir el ACV.
- Mantener un peso saludable: La obesidad es un factor de riesgo para el ACV. Adoptar una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente puede ayudar a mantener un peso saludable.
- Limitar el consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede aumentar la presión arterial y el riesgo de ACV.
- Controlar el estrés: Practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, puede ayudar a reducir el estrés y el riesgo de ACV.
El aumento del riesgo de accidente cerebrovascular en adultos jóvenes es una preocupación creciente. Sin embargo, muchos de los factores de riesgo son modificables.
Adoptar un estilo de vida saludable puede reducir significativamente el riesgo de ACV. Es importante estar informado y tomar medidas preventivas para proteger la salud cerebral.