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¿Tienes los ojos rojos? Podría tratarse de algún tipo de alergia ocular

La conjuntivitis alérgica, también conocida como alergia ocular, es una afección frecuente que puede causar enrojecimiento, picazón e hinchazón en los ojos.

Aunque muchas personas la confunden con infecciones oculares, la realidad es que sus causas y tratamientos son diferentes.

¿Qué son las alergias oculares?
De acuerdo con la American Academy of Ophthalmology (AAO), las alergias oculares ocurren cuando los ojos reaccionan ante sustancias que el sistema inmunológico percibe como dañinas, aunque no lo sean.

Estas sustancias se llaman alérgenos, y al entrar en contacto con el ojo provocan una liberación de histamina, una sustancia que desencadena la inflamación y otros síntomas característicos.
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Los alérgenos más comunes incluyen:

Alérgenos exteriores: polen de césped, malezas y árboles.
Alérgenos interiores: ácaros del polvo, caspa de mascotas y moho.
Irritantes ambientales: humo de cigarro, escape de diésel, perfumes o productos químicos fuertes.
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Tipos de alergias oculares
Según la organización Optometrists.org, existen varios tipos de alergias oculares. Cada una tiene diferentes causas, síntomas y niveles de severidad:

Conjuntivitis alérgica estacional (CAE): Es la forma más común. Suele aparecer en primavera, verano u otoño, dependiendo del tipo de polen en el aire.
Conjuntivitis alérgica perenne (CAP): Afecta durante todo el año y está relacionada con la exposición continua a ácaros del polvo, moho o caspa de mascotas.
Queratoconjuntivitis primaveral: Es más severa que la CAE o la CAP. Puede aparecer en cualquier época del año, aunque suele empeorar en determinadas estaciones.
Queratoconjuntivitis atópica: Similar a la anterior, pero suele presentarse en personas con dermatitis atópica crónica y puede durar todo el año.
Conjuntivitis alérgica de contacto: Sucede cuando los ojos reaccionan a sustancias que entran en contacto directo con ellos, como los lentes de contacto o los productos de limpieza de estos.
Conjuntivitis papilar gigante: Aparece principalmente en personas que usan lentes de contacto de forma prolongada. Se caracteriza por la formación de pequeñas protuberancias (pápulas) en el interior del párpado superior.
Síntomas de las alergias oculares
Cuando los ojos detectan un alérgeno, liberan histamina como mecanismo de defensa. Esto provoca síntomas como:

Enrojecimiento ocular
Hinchazón de los párpados
Picazón intensa
Lagrimeo excesivo
Sensación de ardor o cuerpo extraño
Además, quienes tienen alergia ocular suelen presentar síntomas nasales como congestión, estornudos o picazón en la nariz. Normalmente, esta condición es temporal y está asociada a las alergias estacionales, aunque puede convertirse en un problema crónico si no se trata adecuadamente.
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Tratamiento para las alergias oculares
La forma más eficaz de tratar las alergias oculares es evitar, en la medida de lo posible, el contacto con los alérgenos que las provocan, según señala un artículo publicado en PubMed. Identificar los desencadenantes, como polvo, moho o polen, es clave para prevenir los brotes.

Algunas medidas sencillas que pueden ayudar a aliviar los síntomas son:

Aplicar gotas lubricantes para mantener los ojos hidratados y enjuagar los alérgenos.
Colocar compresas frías sobre los párpados para disminuir la inflamación.
Evitar fumar y alejarse del humo de segunda mano.
Mantener ventanas cerradas durante temporadas de alta concentración de polen y usar filtros de aire.
Si estas medidas no son suficientes, es necesario acudir con un oftalmólogo para recibir un tratamiento especializado. Entre las opciones médicas se incluyen:

Gotas oftálmicas con antihistamínicos: reducen la reacción alérgica.
Gotas antiinflamatorias no esteroides (AINEs): alivian la inflamación leve.
Colirios estabilizadores de mastocitos: previenen la liberación de histamina y funcionan mejor si se aplican antes del contacto con el alérgeno.
Gotas con esteroides suaves: reservadas para casos graves, siempre bajo supervisión médica, ya que requieren controles de la presión intraocular y revisiones con lámpara de hendidura.
Aunque la alergia ocular suele ser leve, es importante acudir al médico si los síntomas son intensos, persistentes o afectan la visión.

También es necesario buscar atención inmediata si hay secreción amarilla o verdosa, dolor ocular intenso o sensibilidad extrema a la luz, ya que podrían tratarse de una infección y no de una alergia.