Atrofia Vaginal: El Síntoma Silencioso de la Menopausia Que Debes Conocer

La atrofia vaginal, también conocida como vaginitis atrófica o síndrome genitourinario de la menopausia, es una condición común que afecta a muchas mujeres en la premenopausia y menopausia, aunque también puede presentarse en mujeres que están lactando o que están sometidas a tratamientos como la quimioterapia.
Esta condición, aunque frecuente, es a menudo mal diagnosticada debido a que sus síntomas pueden confundirse con infecciones urinarias u otras enfermedades ginecológicas. Sin embargo, es importante saber que la atrofia vaginal es tratable y curable con el enfoque adecuado. Este es el más reciente tema del podcast Dosis de Salud, de Salud180 y Hospital Angeles, ya lo encuentras disponible en Youtube y en Spotify.
¿Qué es la atrofia vaginal?
La atrofia vaginal ocurre cuando los niveles de estrógenos disminuyen, lo que provoca una reducción en el grosor y la elasticidad de la mucosa vaginal. Esto lleva a síntomas molestos, como la resequedad vaginal, picazón, ardor y dolor durante las relaciones sexuales. En algunos casos, las mujeres también pueden experimentar infecciones urinarias recurrentes debido a la fragilidad de los tejidos en la zona vaginal y urinaria.
Síntomas y diagnóstico
Los síntomas de la atrofia vaginal varían de mujer a mujer, pero los más comunes incluyen:
Sequedad vaginal: Puede causar incomodidad y dificultad para mantener una vida sexual activa.
Picazón y ardor: Sensaciones molestas en la zona vaginal que empeoran con el paso del tiempo.
Dolor durante las relaciones sexuales: Uno de los síntomas más comunes que afecta la calidad de vida sexual.
Incontinencia urinaria: Algunas mujeres experimentan problemas para controlar la vejiga, lo que puede confundirse con infecciones urinarias.
La atrofia vaginal es a menudo confundida con otras enfermedades debido a que muchos de sus síntomas son similares a los de las infecciones urinarias o vaginitis. Esto retrasa el diagnóstico adecuado, lo que hace que muchas mujeres sufran innecesariamente. Es esencial realizar una evaluación ginecológica detallada para obtener un diagnóstico certero y distinguirla de otras afecciones.
¿Quiénes están en riesgo?
Las mujeres en la menopausia o premenarca (la etapa antes de la menopausia) son las más afectadas por la atrofia vaginal debido a la disminución de los niveles de estrógenos. Sin embargo, también puede ocurrir en mujeres que están lactando, ya que la lactancia provoca una disminución temporal de los estrógenos. Además, las mujeres que se someten a quimioterapia o tratamientos hormonales también pueden experimentar estos síntomas debido a los cambios hormonales provocados por dichos tratamientos.
Tratamiento y soluciones
Afortunadamente, la atrofia vaginal es tratable. Las opciones incluyen cremas de estrógeno, suplementos orales y, en algunos casos, el uso de dilatadores vaginales para mejorar la elasticidad del tejido vaginal. También existen tratamientos hormonales locales que permiten reducir la sequedad y mejorar la comodidad durante las relaciones sexuales. La consulta ginecológica es esencial para determinar la mejor opción de tratamiento según el caso específico de cada mujer.
Además, mantener una buena hidratación y usar productos de higiene íntima sin fragancias puede ayudar a reducir los síntomas de la atrofia vaginal. En casos más severos, la terapia hormonal puede ser recomendada para mejorar la calidad de vida de las mujeres afectadas.
La atrofia vaginal es una condición tratable y curable, pero muchas veces se subestima o se confunde con otras enfermedades. Conoce la opinión de Griselda Reyes Torres, médico especialista en ginecología y obstetricia, y en Biología de la reproducción humana, en el podcast Dosis de Salud con el tema "Atrofia Vaginal y Menopausia", ya disponible en Youtube y en Spotify. No dejes que el miedo al diagnóstico o la falta de información te impidan abordar esta condición. ¡Tu salud y bienestar merecen ser una prioridad!