¿Qué es el virus del Nilo Occidental? Síntomas y riesgos de esta enfermedad transmitida por mosquitos

La época de lluvias trae consigo una gran diversidad de problemas. No hablamos solo de inundaciones, sino de enfermedades. En especial aquellas que son propagadas por los mosquitos; ejemplo, la fiebre del Nilo. ¿De qué se trata esta enfermedad y qué tan peligrosa es para el ser humano?
¿Qué es la fiebre del Nilo?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que es provocada por el virus del Nilo Occidental. La principal preocupación frente a este virus, es que puede causar una enfermedad mortal del sistema nervioso.
Sin embargo, se destaca que la infección por este virus suele ser asintomática en aproximadamente 80% de las personas infectadas, mientras que en el resto puede causar la fiebre del Nilo Occidental o una afección grave.
La fiebre del Nilo Occidental se caracteriza por fiebre, dolor de cabeza, cansancio, dolores corporales, náuseas, vómitos y, en ocasiones, erupción cutánea y agrandamiento de los ganglios linfáticos. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, la mayoría de quienes presentan este tipo de enfermedad se recuperan completamente, sin embargo, un porcentaje muy bajo puede presentar enfermedad neurológica grave como encefalitis o meningitis (del Nilo Occidental).
Cuando esta se presenta, la OMS señala que puede haber síntomas como dolor de cabeza, fiebre elevada, rigidez de nuca, estupor (inconsciencia parcial), desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular y parálisis. El organismo calcula que 1 de cada 150 infectados puede presentarla, y, como en otros casos, los mayores de 50 años y con inmunodeficiencia, corren mayor riesgo, aunque se presenta en cualquier edad.
¿Cómo se contagia el virus del Nilo?
El virus del Nilo Occidental se transmite principalmente a través de las picaduras de mosquitos, que a su vez se contagian al picar aves infectadas. Como el virus pasa a las glándulas salivales del mosquito, puede inyectarlo en los seres humanos y animales. Asimismo, existe riesgo de contagio por el contacto con otros animales infectados o con su sangre u otros tejidos, destaca la OMS.
Sobre la transmisión por contacto social (como ocurre con el Covid-19, influenza o peste neumónica), no se han confirmado casos, aunque sí existen algunos de infección en seres humanos por trasplantes de órganos, transfusiones y leche materna.
Este virus suele encontrarse en África, Europa, Oriente Medio, América del Norte y Asia Occidental, y para detectarla se realizan diferentes pruebas de laboratorio.
Desafortunadamente no hay vacuna humana para el virus del Nilo ni tratamientos antivirales específicos, señalan los CDC. Para los casos más graves, se dan medidas de sostén, como hospitalización, apoyo respiratorio y prevención de infecciones secundarias.
¿Cómo prevenir el contagio de fiebre del Nilo?
Al igual que con cualquier enfermedad transmitida por mosquitos, la principal medid es evitar exponerse a esos insectos y eliminar el agua estancada, donde se reproducen, algo que también aplica para Dengue y Zika, enfermedades también transmitidas por mosquitos y más comunes en México.
Para esto, especialistas de Mayo Clinic recomiendan cambiar el agua de bebederos de mascotas o pájaros regularmente y eliminar todos los recipientes donde pueda acumularse agua de lluvia o potable, para reducir el riesgo de que se conviertan en criaderos.
Asimismo, es muy importante evitar actividades aire libre si no son necesarias, cuando haya más mosquitos, aplicar repelente en la piel y ropa, así como usar prendas de manga larga y pantalones largos. Para los bebés, las indicaciones son proteger las carriolas y corrales con mosquiteros.
Aunque actualmente no existe una alerta por fiebre del Nilo en México, vale la pena estar informados y conocer cómo actúan estos virus y las formas de prevención. Asimismo, recordar que hay muchas enfermedades transmitidas por mosquitos que pueden afectarnos, por lo que tomar medidas no está de más.