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Por qué la tos se convierte en neumonía: 3 alternativas naturales para combatirla a tiempo

No es una exageración, la tos puede revelar neumonía cuando no le prestamos suficiente atención. Muchas veces creemos que se trata de un malestar pasajero hasta que comenzamos con dolor en el pecho, sobre todo durante la temporada invernal, cuando bajan las temperaturas, por qué la tos se convierte en neumonía: 3 alternativas naturales para combatirla a tiempo.

¿Qué es la neumonía?
La neumonía se trata de una infección que inflama el tejido de uno o ambos pulmones a causa de una bacteria como el Streptococcus pneumoniae, virus u hongos, describen especialistas del instituto médico Mayo Clinic. Sin embargo, cuando los alvéolos se llenan de líquido o pus, los síntomas se pueden presentar dentro de las primeras 24 a 48 horas, entre ellos los siguientes:

Dolor en el pecho al respirar o toser

Cansancio

Tos con flema

Dificultad para respirar

Fiebre, transpiración o escalofrío

Tos con sangre

Sibilancias

Mujer con tos

¿Por qué la tos puede convertirse en neumonía?
La tos puede convertirse en neumonía o más bien, la tos puede revelar neumonía al ser uno de los principales síntomas de alerta cuando se inflama el tejido pulmonar, el problema es que casi siempre minimizamos los efectos de la tos hasta que está acompañada de dolor en el pecho o dificultad para respirar.

En sí, un resfriado común o gripe no atendida puede evolucionar a neumonía. Sin embargo, es difícil diferenciarlas dentro de las primeras horas debido a la similitud de los síntomas, de ahí la importancia de acudir al médico para comenzar un tratamiento adecuado, ya que la neumonía se trata de una afección que pone en riesgo la vida.

¿Cómo saber cuando la tos se convierte en neumonía?
Cuando la tos revela neumonía suele ser seca o con flema espesa, suele ser de color amarilla, verde, marrón o con manchas de sangre, sobre todo si presentas congestión en pecho a causa de la acumulación de líquido en los pulmones o fiebre de 38.8°C o más.

Flemas de los pulmones

Aunque la neumonía no es una afección contagiosa, las bacterias o los virus que la causan sí lo son, las cuales pueden transmitirse de persona a persona al tocar superficies infectadas o al estornudar o toser.

La pleuresía es una de las complicaciones más comunes de la neumonía, es decir, cuando los revestimientos delgados entre los pulmones y la caja torácica (pleura) se inflaman, ocasionando insuficiencia respiratoria, pero también podría desarrollarse absceso pulmonar o sepsis, mejor conocido como envenenamiento de la sangre.

Es cierto que durante la temporada invernal aumentan las enfermedades respiratorias, la clave es mantener los cuidados adecuados para evitar que evolucionen, por ejemplo, a neumonía; la mejor manera de prevenirla es inmunizándonos para reducir el riesgo, pero no impide que la contraigamos.

Existen dos tipos de vacunas contra la neumonía:

Vacuna antineumocócica conjugada: protegen contra 13 tipos de bacterias que causan infecciones graves en niños y adultos.

Vacuna antineumocócica de polisacáridos: vacuna de una sóla dosis que protegen contra 23 tipos de bacterias.

Mujer tomando agua

La neumonía es una enfermedad difícil de soportar, no todos logran recuperarse sin presentar complicaciones, por ello, es importante actuar en cuanto presentes las señales de alerta y mantenernos hidratadas es una de las primeras acciones para brindar alivio.

Al mantenernos hidratadas es más fácil expulsar la mucosidad que se acumula en los pulmones, por otra parte, la tos es uno de los síntomas más difícil y persistentes en la neumonía, una manera de aliviarla es mediante las gárgaras con agua salada, al calmar la sensación de picor disminuirá la necesidad de toser.

Mujer tomando agua neumonía

La miel se utiliza como tratamiento antimicrobiano natural, endulzar tus tés con miel podría ser beneficioso para ti. Sólo debes mezclar una cucharada de miel en una taza con agua caliente, agrega el jugo de un limón, así como un poco de jengibre rallado y listo. ¡Bebe dos veces al día! En menos de lo que te des cuenta esa tos desaparece y el riesgo de desarrollar neumonía podría disminuir.

Ahora que ya sabes por qué la tos se convierte en neumonía, cuídate mucho en esta temporada invernal. No permitas que una molestia menor cause complicaciones que pueden ser mortales.