¿Te vino muy pronto tu primera regla? Esa puede ser una gran noticia

Teniendo en cuenta lo molesta que es la menstruación, a muchas de las personas que la padecen les gustaría tener un botón de encendido y apagado. Encenderla solo cuando quieran reproducirse y apagarla el resto de su vida. Sin embargo, lo cierto es que tener la regla no solo tiene esa utilidad. De hecho, según un estudio reciente del University College de Londres, tener la menstruación durante muchos años podría disminuir el riesgo de demencia.

Esto quiere decir que aquellas mujeres que tuviesen su primera regla muy pronto, la menopausia muy tarde o, preferiblemente, ambas cosas tienen una mejor salud cerebral en este aspecto.

Con anterioridad, los estudios realizados sobre este tema habían arrojado resultados contradictorios. Sin embargo, este, según relatan sus autores, es el estudio más grande que se ha llevado a cabo hasta la fecha. En él se analizaron los datos de 273.260 mujeres, por lo que se obtuvo una información mucho más amplia. Las conclusiones señalan que, posiblemente, los efectos acumulados de los estrógenos tienen un papel protector. Las causas no están del todo claras, pero, aun así, es un resultado que se debería tener en cuenta a la hora de tomar ciertas decisiones médicas.

Dime tus años de menstruación y te diré tu riesgo de demencia
Los datos analizados en este estudio pertenecían a mujeres registradas en el Biobanco de Reino Unido. Este es un archivo en el que se incluyen historiales médicos y datos analíticos de un gran número de personas que los han cedido voluntariamente. Es muy útil para todo tipo de estudios, pues se evita tener que reclutar a voluntarios específicamente para una investigación en concreto.

En este caso, se tuvo en cuenta la salud cerebral de las mujeres, comparándola con la edad a la que tuvieron su primera regla (menarquía) y la última (menopausia).

Si la menarquía se producía después de los 15 años, el estudio mostró un 12% más de riesgo de demencia en comparación con las que tuvieron su primera regla más jóvenes. Por otro lado, aquellas mujeres que alcanzaron la menopausia con más de 50 años tenían un 24% menos de probabilidad de padecer demencia. Si, además, se acumulaban muchos años de menstruación, con menarquía temprana y menopausia tardía, la diferencia era especialmente significativa.

¿Para qué sirve este dato?
Hubo dos datos que llamaron la atención de los investigadores. Por un lado, que el aumento del riesgo de demencia con menopausias tempranas se daba tanto si esta se producía por causas naturales como si era a consecuencia de una cirugía.

Y, por otro lado, vieron que la terapia de reemplazo hormonal que se da a las personas con menopausia no tenía un efecto protector.

El primer dato es importante de cara a la decisión de llevar a cabo ciertas operaciones. Muchas de las cirugías en las que se extirpan el útero y los ovarios se hacen de forma preventiva, con lesiones benignas. Por eso, si esto se sigue confirmando, sería muy importante calcular el balance beneficio/riesgo, teniendo también en cuenta el riesgo de demencia.

En cuanto al segundo dato, podría indicar que estos resultados no tienen nada que ver con los estrógenos. No obstante, ese no parece ser el caso. De hecho, se ha comprobado que los cerebros de mujeres fallecidas con alzhéimer tienen niveles de estrógenos más bajos de lo normal. Y también que la exposición al estradiol durante muchos años aumenta el volumen de materia gris. Esta hace referencia a las regiones del sistema nervioso formadas por neuronas cuyos axones no están cubiertos de mielina. En esta parte del sistema nervioso se controlan fenómenos como la comunicación o la memoria, de ahí que su deterioro se relacione con la demencia.

Por algún motivo, cuando los estrógenos se administran de forma exógena, como en la terapia de reemplazo de las menopáusicas, no actúan del mismo modo. Pero eso no quiere decir que no influyan en la protección frente a la demencia de forma natural. cada vez hay más evidencia de que sí que protege.

Supercomputadora cerebro humano, imprimir 3D tejido cerebral

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Curiosamente, aunque el riesgo de demencia sea mayor en mujeres, se ha estudiado más en cerebro masculinos. Crédito: Unsplash
Se debe estudiar más

Estos resultados dejan claro que es necesario seguir investigando el papel protector de los estrógenos. También se debería analizar por qué la terapia de reemplazo no ayuda.

Pero, sobre todo, indica la importancia de realizar estudios con mujeres y otras personas menstruadoras. A pesar de que el riesgo de demencia es mucho mayor en mujeres, la mayoría de estudios, para sorpresa de nadie, se han llevado a cabo con cerebros masculinos o de animales de experimentación machos.

Por lo tanto, se debe estudiar más y hay que tener más en cuenta a las personas más afectadas. Puede parecer una obviedad, pero a la vista está que es necesario recordarlo.

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