Cáncer de mama: seis factores que aumentan el riesgo

Esta enfermedad se origina en las células del revestimiento de los conductos (85 %) o lóbulos (15 %) del tejido glandular de los senos, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Al comienzo, el tumor canceroso está confinado en el conducto o lóbulo (in situ), donde generalmente no causa síntomas y tiene un mínimo potencial de generar metástasis.

Sin embargo, según la OMS, con el paso del tiempo, este cáncer puede progresar e invadir el tejido mamario circundante y luego propagarse a los ganglios linfáticos cercanos u a otros órganos del organismo. Cuando esta enfermedad es detectada a tiempo, el tratamiento suele ser eficaz.

Datos del mencionado organismo indican que en 2020, en todo el mundo se diagnosticó cáncer de mama a 2,3 millones de mujeres y 685.000 fallecieron por esa enfermedad. A fines del mismo año, 7,8 millones de mujeres a las que en los anteriores cinco años se les había detectado este pacecimiento seguían con vida, lo que hace que este tipo de cáncer sea el de mayor prevalencia en el mundo.

En la lista de síntomas que advierten sobre el posible desarrollo de la enfermedad están los siguientes, de acuerdo con el instituto de investigaciones Mayo Clinic.

  • Un bulto o engrosamiento en la mama que se siente diferente del tejido que la rodea.
  • Cambio de tamaño, forma o aspecto de una mama.
  • Cambios en la piel que se encuentra sobre la mama, como formación de hoyuelos.
  • La inversión reciente del pezón
  • Descamación, desprendimiento de la piel, formación de costras y pelado del área pigmentada de la piel que rodea el pezón (areola) o la piel de la mama
  • Enrojecimiento o pequeños orificios en la piel que se encuentra sobre la mama, como la piel de una naranja.

Los principales factores de riesgo en torno a este padecimiento pueden ser modificables o no. Los que no se pueden cambiar empiezan por la edad. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, la posibilidad de sufrir cáncer de mama aumenta con el paso de los años y por eso la mayoría de casos se diagnostica después de los 50 años.

También son un factor de riesgo las mutaciones genéticas, el historial reproductivo, tener mamas densas (se caracterizan por tener más tejido conjuntivo que adiposo), tener antecedentes familiares de cáncer de mama o de ovario y tratamientos previos con radioterapia. Las mujeres que han recibido radioterapia en el pecho o las mamas antes de los 30 años están más expuestas a presentar cáncer de mama en el futuro, dicen los expertos.

Sin embargo, existen unos factores modificables a los cuales se les debe prestar atención y en los que se debe trabajar como medidas de prevención debido a que pueden aumentar la posibilidad de que la enfermedad se desarrolle. Estos son seis de los más trascendentes.

1. Inactividad física. Las mujeres que no hacen ejercicio tienen un mayor riesgo de tener cáncer de mama.

2. Sobrepeso u obesidad. Las mujeres mayores con sobrepeso u obesidad son más susceptibles a padecer esta enfermedad que quienes manejan un peso saludable.

3. Tomar hormonas. Algunas formas de terapia de remplazo hormonal (aquellas que incluyen tanto estrógeno como progesterona) que se toman durante la menopausia pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama si se toman por más de cinco años. Ciertos anticonceptivos orales también incrementan los riesgos.

4. Historial reproductivo. Quedar embarazada por primera vez después de los 30 años de edad, no amamantando y nunca tener un embarazo que llegue a término puede aumentar las probabilidades de desarrollar este padecimiento.

5. Tomar alcohol. Los CDC se refieren a estudios que muestran que el riesgo de la mujer de tener cáncer de mama aumenta cuanto mayor sea la cantidad de alcohol que ingiera.

6. Fumar. El consumo de cigarrillo es otro factor de riesgo al que se le debe prestar atención.

Para prevenir el cáncer de mama es importante alimentarse bien y cuidar lo que se come. Incluir frutas y verduras al menos cinco veces al día, no solo fortalece el sistema inmune, sino que también ayuda a disminuir al probabilidad de padecer esta enfermedad.

De acuerdo con Carmen Haro, nutricionista de Fresh Garden e integrante de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición, la cantidad de alimentos que las personas consumen es tan importante como la variedad, ya que no existe una sola fruta o verdura que contenga todos los nutrientes que el cuerpo necesita para mantenerse saludable, por lo que agregar a la dieta diversidad de las mismas es determinante para cuidar la salud y evitar el desarrollo no solo de esta enfermedad sino de otros padecimientos crónicos.

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