Consejos para evitar la sudoración excesiva en verano

El sudor es un mecanismo necesario del cuerpo para regular la temperatura corporal y eliminar toxinas. No obstante, cuando la sudoración se vuelve excesiva puede llegar a ser muy molesta e inhibir a las personas que lo sufren.

En el caso de experimentar una sudoración más abundante de lo normal más allá de motivos como el esfuerzo físico o las altas temperaturas, lo recomendable es visitar a un especialista para detectar si podría deberse a algún tipo de enfermedad.

Si en tu caso solo sufres este problema en verano debido al calor, puedes seguir estos cinco consejos para que el sudor ya no sea ningún impedimento.

1. Lleva ropa transpirable
El tipo de ropa que lleves puede hacer que sudes todavía más. Abandona las prendas ceñidas, de colores oscuros y de tejidos sintéticos y opta por ropa holgada, de colores claros y de telas naturales como el algodón y el lino. Este cambio hará que haya más espacio entre la piel y la ropa, lo que facilitará la aireación.

Tampoco te olvides de tus pies, y en verano escoge zapatos abiertos que faciliten su transpiración.

2. Come ligero
El verano es la mejor época para reivindicar la dieta mediterránea, basada en platos frescos, frutas, hortalizas, frutos secos y pescado.

Por contra, la comida basura, el alcohol y los alimentos picantes y altos en grasas harán que tengas una digestión más pesada y que, por lo tanto, sudes más.

3. No descartes depilarte
Aunque la depilación debe ser siempre una opción personal y no una obligación tanto en hombres como en mujeres, lo cierto es que eliminar el vello de ciertas partes del cuerpo puede ser beneficioso en verano.

El pelo hace que se concentre la humedad y sea más difícil evaporar el sudor lo que, a su vez, favorece la proliferación de bacterias. Puedes depilarte o recortarte al mínimo el vello de las axilas, que es donde más notarás la diferencia.

4. Utiliza antitranspirantes
Aplicar un antitranspirante de forma diaria te ayudará a reducir la cantidad de sudor. Ten en cuenta que no es lo mismo un antitranspirante que un desodorante: el primero controla y reduce la producción de sudor, mientras que el primero solo neutraliza el mal olor.

El funcionamiento de los antitranspirantes se basa en bloquear las glándulas sudoríparas para que pueda pasar menos sudor a través de la piel, regular el nivel de humedad de la axila e inhibir el crecimiento de las bacterias.

Lo ideal es aplicarte el antitranspirante por la mañana después de darte una ducha y con las axilas completamente secas.

5. Evita las horas centrales del día
El Ministerio de Sanidad aconseja no realizar actividades al aire libre entre las 12 y las 17 horas, ya que son los momentos del día que concentran las temperaturas más elevadas, lo que aumenta el riesgo de sufrir quemaduras solares, deshidratación o un golpe de calor.

Salir a esta hora también hará que nuestra piel sude más como mecanismo para regular la temperatura corporal. Si tienes que salir a estas horas no te olvides de llevar ropa holgada, gorra y gafas de sol, protector solar y una botella de agua para mantenerte hidratado.

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