Amenorrea: cuando el cuerpo deja de menstruar, sus causas y tratamiento

La menstruación es una de las características del cuerpo femenino. Su presencia o ausencia puede reflejar mucho más que el funcionamiento del sistema reproductor: es un indicador clave del estado general de salud. En este contexto, la amenorrea, o ausencia de menstruación, se convierte en un tema que merece atención médica.
¿Qué es la amenorrea?
La amenorrea se define como la ausencia de menstruación durante un período determinado, sin que haya causas fisiológicas naturales como el embarazo, la lactancia o la menopausia. Se clasifica en dos tipos: amenorrea primaria: cuando una persona de 15 años o más nunca ha tenido un período menstrual.
Amenorrea secundaria: cuando alguien que ya menstruaba regularmente deja de hacerlo durante tres ciclos consecutivos o más de seis meses.
Aunque puede parecer un problema exclusivamente ginecológico, la amenorrea puede ser la manifestación de múltiples condiciones médicas o trastornos que afectan todo el cuerpo.
Principales causas
Las causas de la amenorrea son diversas y dependen del contexto de cada persona. Entre las más frecuentes se encuentran:
Trastornos hormonales: como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), el hipotiroidismo o la hiperprolactinemia, que alteran el equilibrio del sistema endocrino.
Factores emocionales y físicos: altos niveles de estrés, ansiedad crónica, o ejercicio físico extremo (común en atletas de alto rendimiento) pueden inhibir la ovulación.
Desórdenes alimentarios: como la anorexia nerviosa o la bulimia, que afectan el metabolismo y la producción hormonal.
Pérdida o aumento de peso extremos, lo cual interfiere en la producción de estrógenos.
Anticonceptivos hormonales: en algunos casos, la menstruación puede tardar meses en regresar tras suspender anticonceptivos orales o inyecciones.
Anomalías estructurales congénitas, en especial en casos de amenorrea primaria, como la agenesia uterina o malformaciones del tracto reproductor.
Diagnóstico: escuchar al cuerpo y actuar
Ante la ausencia de menstruación, es fundamental consultar con un profesional de la salud para determinar la causa subyacente. El diagnóstico incluye:
1. Historia clínica detallada: antecedentes familiares, edad del primer período, cambios recientes, estilo de vida.
2. Examen físico: evaluación del desarrollo puberal, peso, signos de exceso de andrógenos (como acné o vello facial).
3. Análisis hormonales: niveles de FSH, LH, estradiol, prolactina, TSH y otros marcadores relevantes.
4. Estudios por imágenes: ecografía pélvica, resonancia magnética o tomografía si se sospechan alteraciones anatómicas o tumores.
En muchos casos, el diagnóstico precoz permite un tratamiento eficaz y evita complicaciones mayores.
Consecuencias de ignorar
No tratar la amenorrea puede tener efectos negativos a largo plazo:
Infertilidad, si hay ausencia persistente de ovulación.
Osteopenia u osteoporosis, debido a la falta prolongada de estrógeno, que debilita los huesos.
Riesgos cardiovasculares, por desequilibrios hormonales.
Impacto psicológico, como ansiedad, baja autoestima y depresión.
Por eso, se recomienda considerar la salud menstrual como parte integral del bienestar general de la mujer.
Tratamiento: personalizado y multidisciplinario
El abordaje terapéutico de la amenorrea varía según su causa:
Cambios en el estilo de vida, como nutrición adecuada, reducción del estrés o modificación de rutinas de ejercicio. Terapia hormonal sustitutiva, cuando el cuerpo no produce suficientes hormonas femeninas.
Medicamentos específicos, para tratar condiciones como el SOP o problemas tiroideos. Asistencia psicológica y psiquiátrica, en casos vinculados a trastornos alimentarios o emocionales.
La buena noticia es que muchas formas de amenorrea son reversibles, especialmente si se detectan a tiempo y se abordan con un equipo de salud integral.
La amenorrea no debe ser ignorada ni normalizada fuera de sus causas naturales.