Una alimentación vegetal para evitar futuras pandemias

Aunque los brotes de patógenos se asocian comúnmente con los animales salvajes -como se supone que ocurre con el COVID-19-, los patógenos también se transfieren a menudo desde los animales de granja a los seres humanos, como ocurrió con la gripe aviar o la gripe porcina.

La ganadería industrial ha causado la mayoría de las nuevas enfermedades infecciosas en los seres humanos en la última década, y existe el riesgo de que se inicien nuevas pandemias, según los expertos.

Las granjas industriales facilitan las vías de transmisión de los patógenos. Las razones son varias, entre ellas las condiciones de hacinamiento, la mala gestión de las heces y el agua, y la proximidad a animales salvajes debido a la expansión de la ganadería.

Los animales de granja están en estrecho contacto con las personas, por lo que una mayor transmisión zoonótica es inevitable. Esas transmisiones son especialmente probables debido a que los animales domesticados, como el ganado, comparten el mayor número de virus con los seres humanos. Enfermedades como la difteria, la gripe A, el sarampión, las paperas, la tos ferina, el rotavirus, la viruela y la tuberculosis tienen su origen en animales domesticados.

Además, tal y como ha apuntado varias veces Fernando Valladares, investigador del CSIC, la diversidad genética dentro un grupo de individuos actúa como barrera para la propagación de patógenos. Una gran diversidad genética es común en la naturaleza, pero no es así en la ganadería industrial.

¿Cuál es la solución?

Cambiar el sistema alimentario a nivel mundial, ya que además de suponer un factor de riesgo para la propagación de virus y bacterias, también es un sistema insostenible a nivel medioambiental y social.

Por supuesto, un cambio individual también es importante, y desde ProVeg España nos ayudan a adoptar una alimentación más vegetal con su reto de 30 días o la información de interés que comparten en sus redes sociales.