El Riesgo de las Promesas de Campaña

Durante las campañas electorales, los candidatos a cargos de elección popular realizan promesas que van desde la resolución de problemas fundamentales de la población, hasta el nombramiento en puestos públicos de los compañeros del partido que se identifican y trabajan a favor de la candidatura.

Sin embargo, es conocido por la generalidad de los votantes, que ni se pueden resolver todos los problemas, ni habrá espacio para la colocación de todos los compañeros del partido en los cargos públicos que se pudieran lograr en caso de ganar las elecciones.

De lo dicho anteriormente, se desprende que un elevado porcentaje de los discursos de campaña, están, por decirlo de algún modo, cargados de demagogia, que no es mas que la estrategia de utilizar halagos y promesas que son populares, pero muy difíciles de cumplir, para ganar el apoyo popular y conseguir el poder político.

Cuando la campaña termina, quien pierde, naturalmente, se desentiende de los problemas de la población ya que al no recibir el voto mayoritario de los electores, concibe que no tiene ningún compromiso, olvidando así a los que sí votaron a su favor, pero que no fueron mayoría.

De su lado, quien gana las elecciones carga con toda la responsabilidad de cumplir con lo prometido, tanto en lo referente a problemas de la colectividad, así como el problema particular de los compañeros del partido, que esperan ansiosos su colocación en un puesto de la administración publica. Esto, indudablemente, representa un riesgo, una Espada de Damocles que amenaza constantemente al candidato, ya que si no logra resolver los problemas fundamentales de la población, gana impopularidad, y si no coloca a los compañeros del partido en los puestos que ofreció, gana enemigos.